La amistad, en su sentido más elevado, es una relación en la que dos personas establecen un vínculo profundamente creativo. Cuando la afinidad se construye sobre el placer de compartir el diálogo, finalmente se comparten también las vivencias, las perspectivas y las diferencias... conecuentemente, el resultado suele demostrar aquello que dice que el todo es mucho más que las suma de las partes.
Vaya este espacio dedicado a aquellas grandes amistades que dejaron su sello en la historia.
Algunas veces me he preguntado para que son o para que están en el planeta...?
Les diré lo que pienso de los amigos:
Los amigos son ángeles enviados por Diosito para cuidar de nosotros físicamente de lo malo que nos pueda ocurrir... de lo espiritual se encargan nuestros otros amigos.
Los amigos te animan en las buenas... y en las malas te acompañan.
Los amigos son trocitos del alma regados por todo el mundo... y que en el transcurso de tu vida los recoges para completarla.
Los amigos te halan las orejas cuando te portas mal... y te felicitan cuando haces bien.
Los amigos son aquellos que darían hasta su vida por la tuya.
Los amigos te abrazan y no sientes temor... por el contrario, te brindan seguridad.
Los amigos son los monstritos que se meten en tu armario... para velar por tus sueños y que no tengas pesadillas.
Los amigos son como los espíritus... te acompañan a todos lados... fiestas, paseos, malas noches, y hasta resacas (chuchaquis).
Los amigos te llaman para saludarte, saber como estas, y recordarte que puedes contar con ellos cuando los necesites.
Los amigos te dan la mano cuando te caes, y cuando te levantas te muestran el camino a seguir... pero por alguna extraña razón... te esperan junto a la próxima prueba para levantarte... por si te caes.
Los amigos te llevan en peso, para que no te lastimes cuando tengas que cruzar el abismo que separa la tristeza de la alegría.
Los amigos son como el pan y el vino... una bendición.
Gracias por ser mis amigos.
GRACIAS POR TU AMISTAD
Gracias por todos los momentos
que hemos compartido
momentos llenos de sentimientos
y pensamientos compartidos,
sueños y anhelos,
secretos, risas y lágrimas,
y sobre todo, amistad.
Cada preciado segundo quedará atesorado
eternamente en mi corazón.
Gracias por dedicarme tiempo
tiempo para demostrar tu preocupación por mí,
tiempo para escuchar mis problemas
y ayudarme a buscarles solución,
y sobre todo,
tiempo para sonreír y mostrarme tu afecto.
Gracias por ser lo que eres
una persona maravillosa.
Pude contar contigo
cuando necesitaba en quien confiar
y pedir consejo.
Gracias a ti comencé
a conocerme
e incluso a apreciar lo que soy.
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